El sustrato para plantas es esencial para preparar adecuadamente el jardín para que tus plantas puedan desarrollarse de manera óptima. Precisamente el sustrato es el encargado de alimentar y proveer las plantas de todos los nutrientes y elementos que necesiten. Es fundamental escoger el adecuado para cada especie vegetal, pero antes de eso, definamos que es exactamente.
¿Qué es el sustrato?
Este es un material sólido que se utiliza como base para el crecimiento de las plantas. Difiere del suelo natural, ya que puede ser un material residual, mineral u orgánico. Al ser introducido en un recipiente, tierra o contenedor, permite y facilita el anclaje del sistema radicular de las plantas, su desempeño y soporte.
Además, es responsable de crear las condiciones adecuadas para que las raíces puedan realizar la absorción de nutrientes de manera eficiente. Sin embargo, la composición del sustrato puede variar y afectar directa o indirectamente el proceso de nutrición del cultivo.
Por eso, cada tipo de planta o cultivo requiere un sustrato con características específicas.
Diferencia entre sustrato, fertilizante y compost
Aunque los 3 productos son componentes importantes en el cuidado de las plantas, cada uno tiene un propósito diferente.
Sustrato:
Es la capa en la que se cultivan las raíces de las plantas. Proporciona un soporte estructural y ayuda a retener la humedad y los nutrientes necesarios para el crecimiento de las plantas.
Fertilizante:
Este se aplica en el sustrato y proporciona los nutrientes adicionales que las plantas necesitan para crecer. Hay diferentes tipos de fertilizantes, cada uno formulado para proporcionar una combinación específica de nutrientes.
Compost:
Finalmente, el compost es un material orgánico que se utiliza como abono en el sustrato, aportando nutrientes y mejorando la textura y la estructura de este último.
Características y propiedades del sustrato
Componentes del sustrato: Estos están compuestos por una combinación de materiales orgánicos e inorgánicos, como tierra, abono, arena, arcilla, etc. Estos componentes influyen en las propiedades del sustrato, como la porosidad, la retención de agua y la nutrición.
Propiedades de los sustratos: Algunas de los aportes importantes que entregan son la porosidad, la retención de agua, la drenabilidad, la fertilidad y la estructura. Todas estas propiedades afectan directamente a la salud y el crecimiento de las plantas.
Características del sustrato: Las características principales que debes analizar son su textura, color, olor, entre otras. Estas pueden indicar la calidad del sustrato y su aptitud para el cultivo de plantas.
Tipos de sustratos
Para asegurarnos de que cada planta reciba los niveles adecuados de fertilidad, drenaje y efecto del suelo, es importante elegir el sustrato correcto. Algunos de los tipos disponibles son:
Sustrato universal:
Este es apto para la mayoría de las plantas y se caracteriza por ser una tierra porosa y esponjosa (gracias a la presencia de perlita en su composición), con un pH equilibrado entre 6,5 y 7 y fácil de hidratar. Manteniendo bien el agua de riego, es una buena opción para plantas de interior, exterior e incluso jardín.
Para plantas de flor y geranios:
Este sustrato específico es necesario para plantas que requieren un aporte significativo de nutrientes y hormonas para enraizar correctamente. La mayoría de estos sustratos incluyen compost para aumentar la cantidad de humus en el suelo y también son muy útiles para retener el agua.
Sustrato para plantas verdes de interior:
Este sustrato mantiene el color característico de estas plantas gracias a una correcta nutrición (NPK) y ayuda a retener el agua de riego (debido a la presencia de perlita en su composición), también contiene estimuladores para las raíces. Ejemplos de este tipo de plantas son palmeras y helechos.
Especial para huerto:
Las plantas hortícolas, aromáticas y frutales necesitan un alto porcentaje de nutrientes para crecer y producir frutos, por lo que es importante elegir el sustrato adecuado. Este tipo de sustrato promueve el crecimiento de estas plantas durante las primeras semanas gracias a su composición rica en nutrientes y guano.
Para plantas ácidas:
Las plantas ácidas, como azaleas, hortensias, brezos y camelias, requieren un suelo con un pH inferior a 6,5 (normalmente en el rango de 4,5) para garantizar la correcta absorción de nutrientes y hierro, evitando así su amarilleamiento.
Sustrato para rosales:
Este sustrato rico en arcilla y denso es ideal para mantener frescura y nutrientes, asegurando un suelo fértil para el crecimiento saludable de los rosales con un pH ligeramente alcalino.
Además, es importante mencionar que existe también un sustrato específico para suculentas.Estas plantas con características muy particulares, requieren de un suelo drenante y que no retenga demasiada humedad para evitar problemas de moho y enraizamiento.
Si estás buscando sustrato para suculentas, es importante que optes por uno con una alta cantidad de arena y gravilla, además de un pH entre 6 y 7.
También es posible hacer tu propio sustrato para tus plantas, siguiendo ciertas recetas y mezclando los componentes adecuados, como tierra de jardín, compost, arena, gravilla y otros componentes que dependerán de las necesidades específicas de tus plantas.
En resumen, elegir el sustrato adecuado es fundamental para garantizar el crecimiento y la salud de tus plantas. Considera tus plantas y sus necesidades para tomar la mejor decisión y asegurarte de que crezcan fuertes y saludables.
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